martes, 19 de diciembre de 2006

“Enseñar a Amar”

¿Verdad que todos creemos saber amar? Y ese es el gran peligro. Creer que ya lo sabemos. Y creer que amamos. Y que el amor no es una tarea fácil. Porque el amor exige muchas cosas, muchas actitudes y muchas comprensiones. Y sobre todo, el amor requiere una persona verdaderamente madura. No hay que hacerse ilusiones. Una persona inmadura no sabrá nunca amar de verdad. Los fracasos de las parejas dicen que son fruto de los problemas que surgen entre ellas. Puede que sea cierto. Pero la verdad es que la mayor parte de las parejas fracasan por no saber amarse.

La familia debiera ser la primera escuela de amor. Pero tampoco es la única. ¿Se enseña en los Colegios a amar? ¿La Universidad te enseña a amar? No es cuestión de decir generalidades sobre el amor. Hay que enseñar a amar. Porque a amar también se aprende. Con frecuencia estamos demasiado preocupados por la sexualidad. Pero muy poco preocupados en conocer la verdad del amor y el proceso del amor. Y nunca amaremos sexualmente de un modo humano adecuado si no partimos del amor. Freud redujo todo el problema del hombre a la libido, a la sexualidad. Y en realidad, el problema del hombre y de la mujer está en que no han aprendido a amar. El resto no son sino consecuencias.

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