En la vida toda persona anhela muchas cosas; uno desde pequeño sueña, y se nos es permitido soñar hasta el día en que dejemos de respirar, cada segundo todas las personas tenemos nuestros minutos en donde nos permitimos soñar por mil y un cosas. Existen personas más soñadoras que otras, hay otras que anhelan cosas, pero lo dejan ahí, como se dice: "En el baúl de los sueños olvidados", hay otros que dicen jamás soñar porque ellos son "Realistas", aseguran siempre estar pisando suelo...
La verdad de las cosas es que nos es innato el soñar, anhelar, proyectar, planear, etc. es la esencia del ser humano. Sin ella, nadie hubiera inventado las cosas que hoy en día utilizamos cotidianamente; cosas como por ejemplo: la luz, el papel, la computadora, el celular, etc. me puedo pasar casi todo el día mencionando las cosas, pero el meollo de todo esto, está en que todos cuando tenemos en nuestras cabezas un proyecto dejamos que nuestra imaginación haga gala de su ingenio y astucia. Podemos pasarnos muchísimo tiempo (minutos, horas, días, meses y años; tal vez toda una vida) planeando algo y tal vez involucrando a otras personas en el proyecto. Pues ahora ya no es un sueño o anhelo mío, sino que también lo hago participe a otra persona, creando así un proyecto mancomunado.
Lo increíble es como una persona se toma el tiempo necesario para proyectarse en el futuro, para dejar que su imaginación se despliegue en su máxima expresión, y den como resultado: planes y/o grandes proyectos. Todos, cuando nos proyectamos hay un objetivo, siempre somos detallistas, meticulosos, cuidando toda la estructura que lo conforma; esto nos lleva a tomar mucho tiempo, tiempo que no calculamos ni medimos, porque no es tan importante saber ¿Cuánto tiempo nos tomará realizarlo? sino, en llegar a culminarlo.
Lo curioso de todo esto, es que el tiempo en ese preciso momento no es importante ni lo medimos, pero ¿Cuándo nos damos cuenta de ello? Pues, nos damos cuenta de ello, cuando en cuestión de milésimas de segundo "muere", puede morir un proyecto que nos pudo tomar toda una vida, en cuestión de segundos... en ese momento vemos como todo se derrumba ante nuestra mirada antagónica casi perturbada, porque no se cree que le llevó muchos años de su vida entregado hacia un proyecto, que muere en menos de un parpadear.
Esto nos trae como resultado, mucha frustración, tal vez no vuelva inseguros, pero no hay que dejarnos vencer tan fácilmente, ¡NO! es un momento en donde debemos levantarnos, mirar de frente, demostrar de que estamos hechos, y tomar la decisión de seguir caminando... Sé que es difícil, que parecen solamente palabras bonitas; pero es una gran verdad, tenemos que ser fuertes... y nunca dejar de soñar, de anhelar, de planear, de proyectarnos hacia un futuro que en el mejor de los casos no está muy lejano...
Yo, desde niña siempre creí en una verdad, en mi verdad, que es "Los sueños son realidades futuras" pues, siempre pensé así, siempre obtuve todo lo que me propuse, no me puedo quejar de ello. Pero hoy, sé qué se siente cuando no se logra lo planeado. Choca mucho estar en esta situación, pero siempre existe una pequeña luz, que nos dá esperanzas para seguir el camino, y construir "Vías alternas" o simplemente proyectarnos hacia un nuevo horizonte.
El caso es... nunca rendirnos, intentemos ser como el "Ave Fénix" resurgir entre las cenizas, para hechar vuelo desplegando toda la magestuosidad de su esencia. Siempre se aprende de los errores y/o tropiezos, solo queda tener esa chispa que nos hará seguir adelante.